

Mis días con Dios es un relato de experiencias autenticas de la autora en busca de lo que creemos haber perdido o que nos falta, ilustra de manera sublime ese anhelo por la verdad o felicidad y que la mayoría confundimos con la unión física e psicológica con otra persona, y lo culminamos con el acto del matrimonio con nuestra pareja, generalmente después de finalizar los estudios universitarios. Paula vio que ese camino no le ofrecía garantías para encontrar lo que andaba buscando y se fue a India, allí encontró su gurú y con pasión se dedico a él, luego en occidente probo la opción común que todos solemos escoger y estableció una relación estable con su pareja con la que tuvo un hijo, pero pronto esta «unión» le deparó una enorme lección.
Este hecho hizo que su foco se centrara más en Bhagavan su gurú y, el maestro le enseño la bondad de la lección que ella misma había decidido aprender. Este es el camino que Paula sigue y que por ser de ella no nos es ajeno en absoluto, muchos nos identificamos con estos procederes, aunque distintos en forma iguales en contenido. Discernir lo que tiene valor de lo que no lo tiene el «amor» entre personas o el Amor de la fuente. Cuando lo hallamos, entonces y solo entonces es posible ambos, pues uno es consecuencia del otro, el Amor de la fuente hace posible amarte a ti mismo y amar a los demás. Bhagavan encarna el Amor de la fuente, esa fuente común del que nadie es huérfano, solo que él la reconoce en todo momento y por lo tanto se identifica con ella como propia, pues el reconocimiento entraña precisamente eso, que encuentras lo que es tuyo y que jamás perdiste, solo en fantasías pensaste que no lo tenias.